Wednesday, May 10, 2006

Así es la gente de mi COLOMBIA

Un niño con su pierna destrozada por una “mina antipersonal” diciendo que está feliz de vivir en Colombia y que perdona a quien sembrando la muerte le cercenó la posibilidad de patear la tristeza. Solo le faltó cortar una rosa roja, envolverla en una bandera blanca y regalarla al causante de su perdon para hacerme sentir el mas pequeño de los habitantes de este planeta.

Contra la pobreza

LAS COSAS DE MI DIOS

Acaso no se venden por un as dos pajarillos? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento de vuestro Padre...

Desde un país de Occidente en donde “pillan” al hijo del PLANTE introduciendo sustancias psicoactivas a los EE.UU., las heladas en Brasil se sienten como primavera y quienes luchan por el bienestar manchan de sangre la felicidad, se percibe que en este mundo el Norte genera el conocimiento, el Oriente lo maquila y el Sur lo ignora. La Unión Europea floreciente conviviendo con la también floreciente fragmentación latinoamericana. La OMC afirmando que la globalización de la economía nos favorece, el FMI, sugiriéndonos reducir el tamaño del Estado, “pero no tanto, no hay sea que no tengan con qué pagarnos” y la CEPAL recomendándonos unir metas económicas y sociales en la región, evocan el cuadro de los padres orientando al hijo que no sabe para donde va ni le importa. Bajo esta perspectiva, dejé de pensar que el subdesarrollo era otro de los caprichos de mi Dios.

El submarino KURS icono del comunismo y recuerdo de la poderosa armada rusa, fiel reflejo de que abundan los ideales comunistas pero escasean los seres comunistas. Castro evidencia serias diferencias ideológicas con sus cotizados peloteros, mientras los padres de la cortina de hierro vociferan contra el capitalismo, sin imaginar que sus hijos comerían “McDonald's hamburger and Broaster Chicken”, es decir que el capitalismo se les metió hasta en el plato, y en Occidente si estas abajo reniegas del sistema y si estas arriba lo bendices.

Alguna sociedad xenofóbica y cercana europea, se está envejeciendo, por lo que no tendrá más remedio que invitar extranjeros a renovar su sangre. Los grandes capitales de investigación se vuelcan hacia la monopolizable biotecnologia. Las celdas fotovoltaicas acalladas por la energía fósil; es decir, que la energía solar no se desarrolla porque no ha nacido el genio que se invente los luminoductos y su rentable factura de cobro; La cura contra el SIDA no se logra, pero existen veintitrés costosos medicamentos que lo atenúan despertando suspicacias no solo en Patarroyo. La DARPA tiene serios indicios que su gran invento de los computadores en red se les salió de las manos, mientras esta misma estructura de poder no sospechaba un enemigo tan poderoso como los “crakers” y un principio más punzante que “el efecto boomerang”. EE.UU. es excéntrico; mas si fuera Haití sería loco, porque el soccer no es lo más importante, dos libras de cocaína no son iguales a un kilo, no siempre el que tiene más votos es quien gana la presidencia y no los visita el niño Dios sino Santa Clauss.

Hollywood además de mostrar ejecutivos asiáticos adictos al strip-tease, vive tratando de vengar el desastre vietnamita, mientras Nixon y Kennedy replican y Vietnam del sur pone los muertos. Las secuelas del holocausto Nazi aún se sienten en tanto que Primo Levi muere tratando de demostrar al mundo que eso fue una realidad. El “todopoderoso” Mohamed Ali con el sistema nervioso amilanado; Marilyn Monroe muriendo de desamor y Elvis Presley tratando de inyectarse la felicidad por las venas, enseñan que quienes lo tienen todo les falta mucho.

El vaticano compite con la FIFA y la General Motors, mientras el arzobispo Paul Marcinkus hace votos de pobreza al frente del Banco Ambrosiano, y el Papa revela que el gran secreto de Fátima consistió en que la iglesia se iba a vacilar a media humanidad durante casi un siglo.

Nos quejamos de la TV, pero no debe ser tan cierto, ya que ella solo transmite lo que las

mayorías quieren ver. Las multinacionales de las gaseosas “colas” prueban que lo que más se vende, no siempre es lo más útil. Marllboro mata a sus modelos publicitarios de cáncer de pulmón; Bill Gates demuestra que la mayor riqueza es la propiedad intelectual y que si en este planeta la codicia tiene límite, está por encima de los $US 100.000 millones. Los japoneses ponen en mi muñeca por $3.000 la precisión de un Rolex Yachtmaster, mientras los suizos lamentan su tradicionalismo hegemónico fabricando relojes Swatch. Benetton promociona artículos de lujo con la cara de un niño embardunada de chircales. Las cosas que tiene el mercadeo... y si les contara que el efecto Mozart, solo dura quince minutos.

Mundo de contrastes en donde la problemática de los países pobres está lejos de ser dinero y en los países ricos si no tienes para un carro deportivo, compras un supercomputador para hacer cartas, sumas, restas, y jugar solitario, mientras te mata una enfermedad cardiovascular. Se auspician deportes en donde se invierten sumas morbosas por patear al contrario o en su defecto un balón; los fanáticos pagan $US 16.000 por la camiseta de Raul, debo suponer, para regalarla a un niño en Africa; la finalísima la ven uno de cada tres habitantes del planeta, fuera de la cancha las entrevistas hacen siempre las mismas preguntas para dar las mismas respuestas y los más involucionados del planeta se mimetizan tras los nobles seguidores de este deporte. Pierre de Coubertin ahora dice que lo importante no es competir sino ganar y vender. La linterna de Diógenes ya no busca simplemente hombres, sino hombres autocríticos.

Del cosmos al quark; del hombre al virus; de Ghandi a Hitler; del cobre al silicio; de los feudales a los palestinos; de la guerra bélica a la económica; de la fisión a la fusión; de Newton a Planck; de Freud a Hawking; de J. S. Bach a un disparo; del conciliador al intimidador; del adiós al reencuentro; contrastes y más contrastes de un mundo en donde buscamos a los hombres más grandes, donde están los más pequeños, al tiempo que los seres más evolucionados del planeta observan apacibles desde los mares los aciertos y desatinos del hombre.

Ahora sentimos el mundo desde un hoyo negro, ya que armamos el arbolito desde noviembre porque como los meses ahora son tan cortos. Velitas, natilla, unión, el pesebre con los borricos más grandes que las casitas. Nos encantan los agüeros, porque es más fácil bañarse en arroz, comer doce uvas y los interiores amarillos al revés, que ser metódicos, constantes y laboriosos; pero no importa porque como escribió Borges “el deber de todas las cosas es ser una felicidad”, y no hay nada tan vació como una conquista sin chocolates, un año sin diciembre y un diciembre sin amor. Feliz año querido mundo.

...Y en vosotros hasta los cabellos de la cabeza están todos contados. Mateo 10 29-30

Dario